viernes, 23 de octubre de 2015

La tecnología mata al vocabulario

Hoy quiero hablarles sobre una reflexión (parece que últimamente se me está dando por reflexionar). Quiero hablar un poco de cómo las nuevas tecnologías afectan al vocabulario. Para explicarlo voy a utilizar una situación verídica que me inspiró a hacer esta publicación: Estaba yo lo más tranquilo en mi clase de literatura (pensando en dragones asesinos de zombies medievales, cómo todo el mundo) y en eso la profesora dijo algo que captó mi atención: Antes los jóvenes usaban cómo mil palabras distintas por día, dijo mirándonos, hoy creo que no pasan las trescientas.

 La clase siguió lo más bien y sin mucho debate, pero mi cabeza era un torbellino de ideas y pensamientos. Al resto de la clase ni le preste atención (de echo ese fue el único momento en el que estuve atento), ¿cómo alguien puede prestar atención a una profesora, y al mundo en general, cuando tiene una buena idea en mente? El resto del día me la pasé escuchando las conversaciones de todas las personas con las que me cruce. Me dí cuenta de varias cosas.

 La primera es que los jóvenes hablamos estupideces.

 La segunda es que no utilizamos tanto las palabras aceptadas por la RAE, sino un vocabulario inventado, ciertas palabras y expresiones que solo las personas de cierta edad y región entenderían. Esto es muy común y sucede desde siempre. Lo tercero, y la punta del iceberg, es que la tecnología destruye a la palabra. Si, como lo leyeron. Esto último me dí cuenta con la comunicación escrita. Primero analicé muchos mensajes electrónicos de redes sociales y mensajería normal. Luego los comparé con la escritura de mis compañeros en sus hojas y apuntes. La conclusión que saqué es que, en efecto, el vocabulario decrece principalmente por la tecnología. ¿Cómo sé esto? Luego de hacer las comparaciones noté una curiosidad constante: en la gran mayoría de los mensajes que implicaban tecnología, la escritura, en cuanto a ortografía se refiere, era muy buena. Casi que no habían errores. Pero mensajes escritos con palabras similares y en papel, bajaban su calidad.

 Esto se debe a los auto correctores que vienen pre instalados en los diversos dispositivos. Es evidente que hay personas que, de por sí, ya tienen buena escritura y no necesitan de un corrector; de eso no cabe duda, pero en su mayoría poseen mala ortografía. Me gustaría que por un día, solo por un día, se desactiven todos los correctores automáticos, ahí descubriríamos mucha sorpresas. Todos estos correctores lo único que logran es que al final escribamos peor. Lo que pretende ser una ayuda, se termina por convirtiendo en un fusilamiento al idioma. Hay que aceptar que ayudan, pero habría que desactivarlos de vez en cuando, que volvamos a la escritura normal, que no nos cuesta nada.

 Con todo esto que acabo de decir no significa que estoy en contra de la tecnología. De echo, soy de los que creen que la tecnología es algo necesario y logró muchas cosas buenas. Si se ponen a pensar la tecnología me permite en este momento que ustedes lean esto, permite la publicación de libros, incluso sin la tecnología no tendríamos ropa ni alimentos procesados. El word es la herramienta con la que prácticamente todo aquel que se inicia en la escritura utiliza, ¿y saben qué? Lo creó la tecnología. Lo que si no me gusta es esto, la manera en la que desinforma, la manera en la que nos atrapa y la denigración al vocabulario.

 Eso es todo lo que tengo que decir por ahora, que tengan un buen día
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